El calor de la hoguera ambienta el amplio comedor de su casa de campo. Hisao se balancea suavemente en su mecedora admirando el baile de las llamas. Sus manos rudas y ásperas se abrazan ágilmente buscando calor.
La radio de fondo escupe el noticiario. Cada día que pasa es igual que el anterior: un accidente de tráfico, una chica violada, un atraco a unos ancianos…Nada que cambie el gesto en su rostro. Sigue esperando.
"Noticia de última hora: confirmamos que ha sido detenido el "Asesino de Twitter", en estos momentos la policía lo dirige a la comisaría de la ciudad donde pasará los próximos días hasta la vista previa al juicio. La comunidad se ha lanzado a la calle con un sabor agridulce. La madre de una de sus víctimas afirma que siente alivio, no desea a nadie vivir la crudeza de ver a un hijo en manos de un desalmado como él. Además insiste en la necesidad de proporcionar apoyo psicológico a los más vulnerables, nuestros jóvenes. Chihiro desde la comisaría de Tokio, más información de esta y otras noticias a las nueve…"
Hisao cruza el comedor con paso decidido. Se acerca a la alacena. Alza un vaso ancho hasta tenerlo a la altura de sus ojos. Lo embriaga de Sake a falta de un dedo para colmarlo. De un sorbo logra robarle la esencia al vaso.
—¡Por ti padre! Ahora debo ser yo quien robe el sueño a esos ingenuos. Psicólogos…para qué malgastar, yo me haré cargo de cumplir la voluntad de los débiles.
El silbido de una nueva notificación de Twitter hace reaccionar a Hisao. Rellena de Sake, se acomoda ante el ordenador:
—Hola de nuevo Aiko…
"Pobre infeliz, no sabe lo que le espera…"
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